Tormentas en la ciudad.
Paz ensordecedora.
Las gotas de lluvia son balas.
Balas que humedecen y tiñen.
Ayer fue la lluvia sobre mis abuelos,
Luego cayeron gotas de lluvia sobre mis padres.
Hoy las gotas me alcanzan a mi.
No escapo.
Las detengo con mi pecho.
Con mi mente.
Con mi pluma.
No soy el único.
Detendremos su recorrido.
Para que las gotas,
no alcancen a nuestros hijos.
Sergio Javier Roda
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