lunes, 27 de julio de 2015

MICRORELATO SIN TÍTULO

...Y EL DIOS, INMERSO EN SU SOLEDAD, NO TARDÓ EN DESCUBRIR QUE SE HABÍA QUEDADO SIN ADEPTOS... Y LLORÓ.
Y A MILLONES DE KILÓMETROS DE DISTANCIA, UN HOMBRE, UN SIMPLE MORTAL, TAMBIÉN TRISTE Y SOLITARIO, PERCIBIÓ EL SENTIR DEL DIOS... Y SONRIÓ. PORQUE SI UN SER OMNIPOTENTE PODÍA COMPARTIR SU MISMO DESTINO, DURANTE UNA ETERNIDAD, SIGNIFICABA QUE PODRÍA SOPORTARLO, DURANTE SU PROPIO TIEMPO EXTENSO PERO FINITO...

SOBRE EL COMPAÑERISMO, LA AMISTAD Y OTRAS YERBAS



EXISTEN MUCHAS CLASES DE COMPAÑERISMO. DESDE EL MÁS ALEJADO CON EL CUAL SOLO COMPARTÍS UN HOLA Y UN CHAU HASTA EL MÁS PROFUNDO QUE CRECE SIN PERMITÍRTELO Y EN BREVE TIEMPO. AQUÍ DESCRIBO LO QUE ME PARECERÍA UNA FIEL CLASIFICACIÓN DE LOS DISTINTOS TIPOS DE COMPAÑERISMOS:

1- COMO ANTICIPÉ, EL PRIMERO SERÍA AQUEL TIPO DE COMPAÑERO CON EL CUAL SOLO INTERCAMBIAS UN HOLA Y UN CHAU;
2- TAMBIÉN ESTÁN AQUELLAS PERSONAS CON LAS CUALES COMPARTÍS BROMAS Y RISAS: NO SIGNIFICA QUE SEA CERCANO A UNA AMISTAD PERO SÍ ES POSIBLE ADVERTIRLO (SENTIRLO) COMO SI SE TRATARA DE UN COMPAÑERISMO AMISTOSO;
3- TAMBIÉN ESTÁN AQUELLAS PERSONAS QUE DA AGRADO COLABORAR, AYUDAR, Y HACER FAVORES; SERÍA LO QUE YO DEFINO COMO UN COMPAÑERISMO DE COMPROMISO;
4- CON OTRAS PERSONAS, EL PLACER YA RADICA EN CONVERSAR CON ELLAS, Y ESTÁ VINCULADO, GENERALMENTE, A UN ESTADO ANÍMICO QUE NOS PUEDE CAMBIAR TODO A NUESTRO ALREDEDOR, DE UN SEGUNDO A OTRO (INCLUSO SI SE TRATA DE UNA CONVERSACIÓN MANTENIDA POR CHAT O WHATSAPP; LA TECNOLOGÍA PUEDE CAMBIAR UNA VIDA SI SE SABE COMO UTILIZARLA). ESTA CLASE LA DEFINO COMO UN COMPAÑERISMO COMUNICATIVO;
5- OTROS COMPAÑERISMOS ESTÁN MÁS CERCA DE LA AFINIDAD, Y ES EL MOTIVO POR EL CUAL UNO SE ACERCA MÁS A UNAS PERSONAS QUE A OTRAS. QUIZÁ ESA AFINIDAD SEA POR VER ALGÚN REFLEJO DE UNO MISMO EN QUIEN NOS HABLA. SERÍA UN COMPAÑERISMO POR IDENTIFICACIÓN;
6- TAMBIÉN ES NECESARIO UN NIVEL DE COMPAÑERISMO QUE NO ALCANZAS A COMPRENDER, AL EXTREMO DE PERDER MINUTOS AL DÍA ANALIZANDO SI ESTA RELACIÓN SOCIAL SE TRATA VERDADERAMENTE DE COMPAÑERISMO, HIPNOTISMO, MAGNETISMO, DEPENDENCIA, U OTRA COSA. SON ESTAS ÚLTIMAS, PERSONAS ESPECIALES QUE NO DEJAS QUE PASEN DESAPERCIBIDAS. POR MUCHAS RAZONES QUE SOLO LAS ENTIENDE QUIEN LAS SIENTE, ES IMPOSIBLE OLVIDARLAS.
7- OTRA CLASE ES EL COMPAÑERO O COMPAÑERA QUE MIRAS REALMENTE PORQUE TE DAS CUENTA QUE DESTACA DE TODOS (PUEDE SER DEL SEXO OPUESTO O NO, SEGÚN CADA PERSONA), Y HASTA RESULTA AGRADABLE PERCIBIR SU SONRISA, SUS MOVIMIENTOS, Y HASTA SU VOZ (SOBRE TODO CUANDO ESTA SE DIRIGE A UNO);
8- POR ÚLTIMO, EXISTE LA PERSONA QUE SIN DARTE CUENTA LA PENSÁS MIL VECES POR DÍA (SIN QUE SEA OBSESIÓN; HAY QUE SABER DIFERENCIARLA Y HASTA AQUÍ LLEGO PORQUE ES UN TEMA BASTANTE EXTENSO QUE DESVIARÍA EL SENTIDO DE ESTE DISCURSO) ESTE COMPAÑERISMO SE INTRODUCE EN TU CEREBRO ACTIVANDO ONDAS QUE JAMÁS SE COMPRENDEN (NI SIQUIERA TENIENDO CONOCIMIENTOS DE NEUROLOGÍA O PSICOLOGÍA). ES EL COMPAÑERISMO QUE TRASPASA LÍMITES Y PREJUICIOS, ESTE COMPAÑERISMO TE OFRECE LA ALEGRÍA QUE CREÍAS PERDIDA Y HASTA SERÍA POSIBLE (SIN EXAGERAR) VERLO COMO EL PLACEBO, SI QUIEREN LLAMARLO ASÍ, DEL CUAL EXTRAEMOS ENERGÍA (NO ROBARLA O DE LO CONTRARIO SE CONVERTIRÍA EN MANIPULACIÓN, Y ESTE ES OTRO TEMA EXTENSO PARA DESARROLLAR EN OTRO MOMENTO) EN FIN, ESTE TIPO DE COMPAÑERISMO ES EL QUE TE INTRODUCE, EN DIVERSAS OCASIONES, EN LA ANTESALA DE LOS CONFLICTOS, LAS CRISIS Y LAS CONFUSIONES EMOCIONALES. EL CONFLICTO SE CENTRA, PRINCIPALMENTE, EN LAS ELECCIONES: EL SER O NO SER; ATRAVESAR ESE UMBRAL QUE UNE DOS TIEMPOS Y ESPACIOS O DECIDIR QUEDARSE INMÓVIL Y ESPERAR (SABIENDO QUE JAMÁS LO HARÁ) QUE SEA LA OTRA PERSONA LA QUE AVANCE Y TE RESCATE DE ESE ESPACIO NEUTRO, VACÍO, ENRARECIDO, ENTRE AMBOS. ESTE, QUEDARÍA DEFINIDO COMO UN COMPAÑERISMO AMOROSO (O AMANTE, O AMBAS COSAS) Y ES, ESPACIALMENTE HABLANDO EL UMBRAL DEL OLVIDO, EL UMBRAL DEL CAMBIO, ES EL ESPACIO DONDE SE HALLAN CADA UNO DE LOS SENTIMIENTOS AÚN SIN FORMA, REVUELTOS, E INIMAGINABLES QUE PODRÍAMOS LLEGAR (O HABER LLEGADO) A CONSTRUIR EN NUESTRO INTERIOR. HE AHÍ EL SIGNIFICADO REAL DE CRISIS Y CONFLICTO. HE AHÍ LA DIFERENCIA ENTRE MIRAR, VER, Y DISTINGUIR A ALGUIEN QUE NOS RESULTA ESPECIAL PARA NUESTRAS VIDAS (A RIESGO DE EQUIVOCARNOS EN LA ELECCIÓN Y SIN IMPORTARNOS CAER EN LA EQUIVOCACIÓN, UNA Y MIL VECES).

lunes, 6 de julio de 2015

EL RETRATO OVAL (de Edgar Allan Poe)



El castillo en el cual mi criado se le había ocurrido penetrar a la fuerza en vez de permitirme, malhadadamente herido como estaba, de pasar una noche al ras, era uno de esos edificios mezcla de grandeza y de melancolía que durante tanto tiempo levantaron sus altivas frentes en medio de los Apeninos, tanto en la realidad como en la imaginación de Mistress Radcliffe. Según toda apariencia, el castillo había sido recientemente abandonado, aunque temporariamente. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas y menos suntuosamente amuebladas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Los muros estaban cubiertos de tapicerías y adornados con numerosos trofeos heráldicos de toda clase, y de ellos pendían un número verdaderamente prodigioso de pinturas modernas, ricas de estilo, encerradas en sendos marcos dorados, de gusto arabesco. Produjéronme profundo interés, y quizá mi incipiente delirio fue la causa, aquellos cuadros colgados no solamente en las paredes principales, sino también en una porción de rincones que la arquitectura caprichosa del castillo hacía inevitable; hice a Pedro cerrar los pesados postigos del salón, pues ya era hora avanzada, encender un gran candelabro de muchos brazos colocado al lado de mi cabecera, y abrir completamente las cortinas de negro terciopelo, guarnecidas de festones, que rodeaban el lecho. Quíselo así para poder, al menos, si no reconciliaba el sueño, distraerme alternativamente entre la contemplación de estas pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había encontrado sobre la almohada y que trataba de su crítica y su análisis.

Leí largo tiempo; contemplé las pinturas religiosas devotamente; las horas huyeron, rápidas y silenciosas, y llegó la media noche. La posición del candelabro me molestaba, y extendiendo la mano con dificultad para no turbar el sueño de mi criado, lo coloqué de modo que arrojase la luz de lleno sobre el libro. Pero este movimiento produjo un efecto completamente inesperado. La luz de sus numerosas bujías dio de pleno en un nicho del salón que una de las columnas del lecho había hasta entonces cubierto con una sombra profunda. Vi envuelto en viva luz un cuadro que hasta entonces no advirtiera.

Era el retrato de una joven ya formada, casi mujer. Lo contemplé rápidamente y cerré los ojos. ¿Por qué? no me lo expliqué al principio; pero, en tanto que mis ojos permanecieron cerrados, analicé rápidamente el motivo que me los hacía cerrar. Era un movimiento involuntario para ganar tiempo y recapacitar, para asegurarme de que mi vista no me había engañado, para calmar y preparar mi espíritu a una contemplación más fría y más serena. Al cabo de algunos momentos, miré de nuevo el lienzo fijamente.

No era posible dudar, aun cuando lo hubiese querido; porque el primer rayo de luz al caer sobre el lienzo, había desvanecido el estupor delirante de que mis sentidos se hallaban poseídos, haciéndome volver repentinamente a la realidad de la vida.

El cuadro representaba, como ya he dicho, a una joven. se trataba sencillamente de un retrato de medio cuerpo, todo en este estilo, que se llama, en lenguaje técnico, estilo de viñeta; había en él mucho de la manera de pintar de Sully en sus cabezas favoritas. Los brazos, el seno y las puntas de sus radiantes cabellos, pendíanse en la sombra vaga, pero profunda, que servía de fondo a la imagen. El marco era oval, magníficamente dorado, y de un bello estilo morisco. Tal vez no fuese ni la ejecución de la obra, ni la excepcional belleza de su fisonomía lo que me impresionó tan repentina y profundamente. No podía creer que mi imaginación, al salir de su delirio, hubiese tomado la cabeza por la de una persona viva. Empero, los detalles del dibujo, el estilo de viñeta y el aspecto del marco, no me permitieron dudar ni un solo instante. Abismado en estas reflexiones, permanecí una hora entera con los ojos fijos en el retrato. Aquella inexplicable expresión de realidad y vida que al principio me hiciera estremecer, acabó por subyugarme. Lleno de terror y respeto, volví el candelabro a su primera posición, y habiendo así apartado de mi vista la causa de mi profunda agitación, me apoderé ansiosamente del volumen que contenía la historia y descripción de los cuadros. Busqué inmediatamente el número correspondiente al que marcaba el retrato oval, y leí la extraña y singular historia siguiente:

Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mala hora amó al pintor y, se desposó con él.

El tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el arte sus amores; ella, joven, de rarísima belleza, todo luz y sonrisas, con la alegría de un cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo más que la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el amor de su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Mas era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo raso.

El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día.

Y era un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños; tanto que no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la salud y los encantos de su mujer, que se consumía para todos excepto para él.

Ella no obstante, sonreía más y más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de gran fama, experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea, y trabajaba noche y día para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto amaba, la cual de día en día. tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que contemplaban el retrato, comentaban en voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable del genio del pintor, y del profundo amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el trabajo tocaba a su término, no se permitió a nadie entrar en la torre; porque el pintor había llegado a.enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del lienzo, ni aun para mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía sobre el lienzo borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas semanas hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo dar un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. y entonces el pintor dió los toques, y durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado; pero un minuto después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y gritando con voz terrible:

“—¡En verdad esta es la vida misma!— Volvióse bruscamente para mirar a su bien amada, ... ¡estaba muerta!”.

Gladiateur dans l'arène

  Je me prépare comme un gladiateur dans l'arène; Je fais face au chaos autour de moi et mon évolution cosmique s'élève de nou...